El tabaco y la vista
Todo el mundo conoce que el tabaco es perjudicial para la salud: aumenta el riesgo de padecer un infarto, multiplica el riesgo de cáncer, lesiona los bronquios y el sistema respiratorio,…
Sin embargo, es probable que desconozcas que el tabaco también ejerce un efecto perjudicial en nuestros ojos. Aquí te detallamos las principales enfermedades oculares relacionadas con el consumo de tabaco.
- Cataratas: es debido al envejecimiento del cristalino. Los pacientes fumadores desarrollan cataratas en una edad más temprana debido al proceso de oxidación del cristalino.
- Glaucoma: es una enfermedad degenerativa del nervio óptico agravada por tener una presión ocular elevada. Los pacientes fumadores tienen el doble de riesgo de desarrollar glaucoma.
- Degeneración macular: consiste en el envejecimiento prematuro de la retina. Los fumadores incrementan el riesgo de degeneración macular. Y si además tienen antecedentes familiares de degeneración macular, este riesgo puede multiplicarse x5.
- Ojo seco: la sequedad ocular se agrava en los pacientes fumadores.
- Enfermedades vasculares de la retina: la retina es una parte fundamental del ojo. Es la estructura sobre la que se enfoca la imagen. Cualquier alteración en su forma o función ocasiona una importante pérdida de visión. Los pacientes fumadores multiplican su riesgo de padecer enfermedades como trombosis de venas retinianas, infartos de retina o agravar el daño de la retinopatía diabética.
- Orbitopatía tiroidea: los pacientes que padecen del tiroides y además fuman, se multiplica el riesgo de enfermedad de Graves (una condición que provoca una inflamación de los tejidos de la órbita, y como consecuencia da ojos saltones, irritados y compresión del nervio óptico).
Todo esto se debe a que el tabaco lesiona las células de nuestros ojos a través de dos mecanismos fundamentales: en primer lugar, altera el metabolismo celular, provocando una oxidación temprana de los tejidos. Y en segundo lugar, produce una alteración en el aporte sanguíneo a las neuronas de la retina y el nervio óptico (que son unos tejidos metabólicamente muy activos y que necesitan un adecuado aporte de nutrientes).
Por todo esto, si todavía fumas, te animamos a que lo dejes. ¡Piensa que en esta vida todavía te queda mucho por ver!