Razones para cuidar tus ojos en verano
El verano es un tiempo de relax en el que a todos nos apetece disfrutar de nuestro tiempo de ocio al aire libre. Y este año, después de haber estado confinados 3 meses en casa, con más razón todavía.
Sin embargo, no debemos olvidar que el contacto con la luz solar directa puede dañar nuestra salud ocular si no tomamos las precauciones debidas. En primer lugar debemos saber que el sol emite 3 tipos de radiaciones diferentes: la radiación ultravioleta (UV), la luz visible y la luz infrarroja (IR). Por esta razón, cuando practicamos actividades al aire libre debemos proteger también los ojos de forma conveniente, ya que pueden generarse múltiples problemas: quemaduras en la piel, degeneración de las capas elásticas de la conjuntiva (pinguécula), cataratas , quemaduras retinianas, crecimiento de material cicatrizante sobre la córnea (pterigium) y, como en el resto del organismo, mayor riesgo de padecer cáncer en la piel y anejos oculares.
Además, en verano hay un riesgo añadido: mientras la tierra refleja el 10% de la luz, el mar aumenta esta reflexión hasta un 30%. Y si vamos a la montaña también debemos protegernos, ya que a medida que aumenta la altura estamos menos protegidos por las capas de la atmósfera y las lesiones por luz ultravioleta aumentan.
¿Cuáles son los factores de riesgo para la vista en verano?
- La hora: entre las 10.00 y las 14.00 se concentra el máximo de radiación.
- Reflexión de la luz: tres veces más en el mar que en la tierra y nueve veces más en la nieve.
- La nubosidad: las nubes no nos protegen, dejan pasar el 90% de la radiación ultravioleta. Es un error pensar que podemos prescindir de las gafas de sol sólo porque está nublado y la luz molesta menos.
- La altitud: cuanto mayor, menos atmósfera para protegernos y por tanto, más radiación.
- La latitud: cuanto más cerca del ecuador, mayor peligro
- La edad: cuidado con los niños, cuyos ojos son especialmente vulnerables al sol
- El color de los ojos: las personas de ojos claros tienen menos protección natural
Para defenderse de las radiaciones solares, el ojo humano cuenta con los párpados y las pestañas así como con algunas estructuras que bloquean parte de esos rayos, logrando que muy pocos de ellos puedan alcanzar la retina. La córnea y el cristalino son los que absorben en mayor grado las radiaciones UVA y UVB. Además es fundamental la utilización de gafas de sol con filtros que impidan el paso del 95-100% de las radiaciones ultravioletas. Los ojos ocupan una mínima parte del cuerpo, pero son los únicos órganos que permiten la entrada de luz de manera profunda.
Si deseas saber más sobre qué gafas elegir este verano, consulta el siguiente post: Pautas para elegir gafas de sol.
Y, por supuesto, ante cualquier problema con el sol este verano, acude a tu oftalmólogo. Recuerda que es muy importante cuidar tus ojos en verano.