Glaucoma: la ceguera silenciosa
El glaucoma es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida de visión como consecuencia de un daño en el nervio óptico producido habitualmente por un aumento de la tensión intraocular. También se le conoce como “Ceguera silenciosa” porque no produce síntomas hasta fases avanzadas.
Causa número
de ceguera irreversible del mundo
En todo el mundo lo padecen
millones de personas
Es desconocida por el
de todos los afectados
“El daño que produce el glaucoma es progresivo e irreversible. Un diagnóstico precoz evita la pérdida de visión”
Para ello es necesario realizar controles oftalmológicos periódicos en pacientes sanos a partir de los 40 años, o incluso antes si hay antecedentes en la familia.
¿Por qué se produce?
El principal factor de riesgo para desarrollar un glaucoma es tener ALTA la tensión ocular (por encima de 21mmHg). Esto se produce cuando, por diferentes causas, el drenaje del humor acuoso (líquido que rellena nuestro ojo por dentro) es insuficiente y se acumula, ejerciendo una presión excesiva sobre el nervio óptico y causando un daño irreversible sobre sus neuronas.
Sin embargo, también existe otro tipo de glaucoma en el que el daño del nervio óptico se produce con presiones oculares “normales” (menores a 21mmHg). Esto sucede en personas con diabetes, problemas circulatorios, … que hacen que la sangre circule con más dificultad por los finos vasos sanguíneos del nervio óptico.
Por otro lado, la predisposición genética es un factor clave en algunos tipos de glaucoma, como el crónico de ángulo abierto (el más frecuente) o el glaucoma congénito o infantil.
¿Cuándo hacer una revisión?
Todo el mundo debería hacerse una revisión a partir de los 40 años.
Los que tienen más riesgo de glaucoma son:
- Antecedentes familiares
- Miopía o hipermetropía
- Edad elevada
- Diabetes o enfermedades circulación
Síntomas
Los tipos más frecuentes de glaucoma no producen ningún síntoma hasta que la enfermedad está muy avanzada. Esto sucede porque lo primero en afectarse es la visión periférica, y la pérdida de visión es lenta y progresiva. En las fases avanzadas de la enfermedad la visión queda reducida a la zona central del campo visual, y el paciente tiene la sensación de “ver como a través de un tubo” cada vez más estrecho.
En el caso del glaucoma de ángulo cerrado, la presión intraocular aumenta rápidamente hasta cifras muy elevadas (40-50mmHg), causando visión borrosa, fuerte dolor en los ojos, halos alrededor de las luces, dolor de cabeza, náuseas y vómito.
¿Se puede prevenir el glaucoma?
La aparición del glaucoma no se puede prevenir, pero sí su progresión si se detecta a tiempo y se realizan controles periódicos para su seguimiento.
Para el control del glaucoma no basta con medir sólo la presión intraocular. Es necesario evaluar:
- La Estructura: cuantificando las fibras nerviosas y células ganglionares de la retina
- La función: realizando campos visuales.
- La circulación del nervio óptico y retina: con ANGIO-OCT: la tecnología más novedosa.
Tratamientos
El campo visual que se ha perdido no es recuperable. El objetivo del tratamiento del glaucoma es detener la progresión de la enfermedad y conservar la visión que el paciente tiene en el momento del diagnóstico. Para ello debemos reducir la presión intraocular a través de diferentes tratamientos.
- Medicamentos en colirio
- Tratamientos láser SLT para glaucoma
- Cirugía para el glaucoma
Existen múltiples tipos de cirugía para el glaucoma, aunque todas ellas se basan en crear una vía alternativa que facilite la salida del humor acuoso y conseguir reducir la presión ocular.
Tratamiento láser SLT para el glaucoma
El nuevo tratamiento láser SLT para bajar la presión ocular es el mayor avance en el campo del glaucoma en los últimos años.
Ha desplazado al tratamiento con colirios, y actualmente debe ser ofrecido como primera línea de tratamiento en pacientes con tensión ocular elevada y glaucoma.