Aptas para corregir cualquier defecto refractivo y cualquier graduación.
Máxima seguridad, la córnea permanece intacta.
Mejor calidad visual, sobre todo en altas graduaciones.
Recuperación visual muy rápida.
Durante muchos años la cirugía láser ha sido el procedimiento más habitual, ayudado porque la publicidad da a entender que con el láser no se “toca” el ojo, cuando lo cierto, es que el láser actúa eliminando tejido corneal, con lo cual adelgaza la córnea y cambia su curvatura. Con la lente ICL no tenemos que retirar ni eliminar ningún tejido del ojo, y es una técnica tan sencilla como el láser.
En el pasado, las lentes ICL quedaban reservadas para pacientes en los que el láser no estaba indicado en cirugía refractiva, por tener córneas especiales (delgadas, irregulares, muy planas o muy curvas) y altos defectos refractivos. Hoy día las lentes ICl se pueden implantar para corregir cualquier graduación y defecto refractivo.
Las lentes ICL tienen numerosas ventajas sobre el láser, aunque su precio más elevado contribuye a que sean menos populares, y cada año se operan más pacientes con ICL.
La cirugía láser que adelgaza y modifica la forma de la córnea para siempre. La lente ICL es un procedimiento reversible ya que, si fuera necesario, se pueden extraer y quedará el ojo en su estado inicial por lo que no interfiere para nada con cualquier cirugía ocular que se pueda necesitar en el futuro.
Operada de miopía con lente ICL. Nos cuenta su experiencia.
“Te cambia la vida” - Montse